“La prensa está, siempre, para informar y no tomar partido. Pese a quien pese.”

Palma de Mallorca ha sido el epicentro de la noticia en los últimos meses. Todas los medios de comunicación han abierto sus informativos o sus portadas de diario con lo que estaba ocurriendo en los juzgados de instrucción número 3 de Palma. Después de dos años de investigación, el caso Nóos llegaba a su momento más álgido. La infanta Cristina, la hija del Rey, tendría que dar cuentas ante la justicia por haber defraudado presuntamente a Hacienda y haber blanqueado una enorme cantidad de dinero. Xisco Umbert, periodista de Son Servera, ha sido en enero y febrero la cara más vista de los informativos de Telecinco, los informativos de más audiencia del momento.
Xisco, ¿eres más famoso que la infanta?
Je, je, para nada. Cuando el periodista es la noticia o alguien se fija más en él que en lo que cuenta, mal andamos. Es cierto que he manejado el tema de moda, quizá un tema que nos ha caído del cielo a los periodistas de aquí. Quién diría que desde Mallorca tendríamos el caso del año y que ahí estaríamos para contarlo… Yo a veces me decía a mí mismo, es increíble que esto pase, y en una isla como ésta!
¿Te han parado por la calle para pedirte información por el caso?
Bueno, bastante más de lo que esperaba. Lo curioso es que me felicitan por el hecho que la infanta declare. Muy bien Xisco, dale caña a estos ladrones, me dicen. A ver, si a la infanta no la he imputado yo!! Feliciten al juez Castro, les digo. El periodismo no deja nunca de sorprenderte. Si cuentas algo que la gente comparte, te conviertes en un héroe. Craso error. Como tampoco me parece bien, cuando te critican por sacar cosas que son noticia, pero que de algún modo afectan a la imagen positiva que se quiere proyectar de Baleares. La prensa está, siempre, para informar y no tomar partido. Pese a quien pese.

¿Cómo ha cambiado la imagen pública de la infanta?
Ha cambiado totalmente. No sólo la Casa Real la ha apartado de todos los actos de representación sino que le ha retirado la asignación económica. En Baleares Cristina de Borbón ha vivido también una degradación social importante. Posee el título de duquesa de Palma y los ciudadanos han decidido que no es digna representante de esa distinción. El Ayuntamiento ya retiró la placa de una avenida que llevaba el nombre de duques de Palma y en el Parlamento ha habido iniciativas de diferentes grupos políticos para pedir al Rey que les retire el título. De momento, esas iniciativas no han prosperado. En cualquier caso, hay una cierta decepción por parte de la sociedad que no perdona que los duques de Palma se hayan beneficiado supuestamente del dinero de las arcas de la comunidad y de la ciudad de la que ostentan el ducado.
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en esa imagen?
Supongo que el mismo que en cualquier otra noticia. Desde el momento que se cuenta todo el caso, la investigación y la repercusión social, los medios no hacen nada más que recoger la realidad. Los ciudadanos interpretan conforme a los hechos. Lo cierto, sin embargo, es que los escándalos políticos de la Casa Real como noticia tienen mucho impacto y mucho tirón. No es habitual ver a un miembro directo de una familia Real desfilar por los juzgados. Además, eso incrementa la indignación popular. Prueba de ello es que la declaración de la infanta atrajo a 400 periodistas de todas las partes del mundo, desde EEUU hasta Irán.

¿Cómo reaccionaron los medios de comunicación al conocerse la implicación de los duques de Palma en un presunto delito fiscal? ¿Y cómo reaccionó la población mallorquina?
Hay un poco de todo. Desde quien confía en la inocencia de la infanta a quien la ven una víctima de los negocios turbios de su marido. Aunque esa postura es menos frecuente. La sociedad ya les ha condenado y esperan una sentencia ejemplar. En un momento de crisis económica, los casos de corrupción indignan mucho más. El caso de los duques de Palma suma a un profundo malestar con otros políticos mallorquines como Jaume Matas y María Antonia Munar.
¿Cómo se vivió en Palma de Mallorca la imputación de la Infanta Cristina?
Todo el mundo esperaba que la infanta viniera a declarar. Por un lado, la sociedad quería que con su comparecencia se demostrara que todos somos iguales ante la Ley. Por otro lado, es indiscutible el componente de morbo de esta cuestión.
El día de su declaración la Infanta siguió las recomendaciones de seguridad y bajó la rampa de los juzgados en coche, ¿cómo se ha visto este hecho entre los ciudadanos de Mallorca?
Es curioso y decepcionante, sobre todo desde el punto de vista periodístico, que tras un largo ir y venir judicial en torno a la imputación de la infanta… al final a la gente lo único que parecía importarle es cómo iba a bajar la rampa. Eso es, sin duda, un tema menor y que ha acaparado el interés del caso, muy por encima de otras cuestiones estrictamente judiciales. Sí es cierto que someter a la infanta al paseíllo podía abrir el debate sobre los privilegios en comparación a otro ciudadano. Finalmente, bajó la cuesta en coche, pero no se escondió. Era lo que estaba cantado. Yo particularmente gané tres porras. No hubo sorpresas. Su imagen llamó la atención porque pareciera que la infanta acudía al juzgado como si de un acto institucional se tratase. Sólo le faltó cortar la cinta de los juzgados. Bajo mi punto de vista se comportó como una infanta ejerciendo su cargo y no como una imputada. Llamativa imagen.
¿Cómo ha cambiado la imagen de la Familia Real desde la imputación de la Infanta y Urdangarin en el caso Nóos?
Los casos de corrupción han lastrado la imagen, sin duda, de la Corona. Hasta el punto de apartar a los duques de Palma de cualquier representación institucional. Incluso han tenido que irse a vivir fuera de España. Seguramente porque su imagen y el asedio de los medios de comunicación molesta a la Casa Real. Se les ve en escasas ocasiones. De hecho, no han vuelto a Mallorca de vacaciones. El caso Nóos debilita considerablemente a la monarquía.
¿Cree que el duque de Palma cumplirá con los 17 años de cárcel que quiere pedir el Fiscal?
Seguramente alcanzará algún pacto previo al juicio para que se reduzca esa pena. En cualquier caso, tiene dificil situarse en los dos años que sería el mínimo para eludir la cárcel. Su situación es muy complicada. Y además, salvar a la infanta pasa por asumir la responsabilidad en parte de las culpas que se le imputan a ella.
En los últimos días se ha conocido el contenido de la declaración de la Infanta y se ha visto que contestó con evasivas a las preguntas que le hicieron…
La infanta pretende demostrar que nunca estuvo al tanto de los supuestos negocios fraudulentos de su marido. El juez todavía no ha decidido si le levanta la imputación. Posiblemente no lo haga y la incluya en la lista de acusados que una vez termine la instrucción, irán al banquillo en el juicio oral. Si eso sucede, todo apunta que la defensa de doña Cristina recurrirá y la Audiencia de Palma, en última instancia, le levantará la imputación.
Entonces, lo de la infanta quedará en agua de borrajas…
Yo creo que no irá a juicio. Y sí, sus problemas con la justicia estarán liquidados. Responderá por ello su marido. También creo, insisto, que forma parte de la estrategia. No olvidemos que cuando termine la instrucción, el juez Castro queda ya al margen del caso. Todo el aparato del Estado ha estado siempre por la labor de proteger a la infanta. No espero que la cosa cambie.
¿Qué opinión tienes del juez Castro? Cuál es tu relación con él?
El juez Castro para empezar quiero decir que estoy convencido que es buena persona. Os puedo asegurar que ha hecho un trabajo profesional e independiente. No ha buscado ni fama ni polémica. Simplemente ha tratado a la infanta como a una ciudadana más. Es una persona incapaz de actuar en contra de sus principios. No le gustan nada las cámaras ni la popularidad. Tiene un trato afable y cercano, siempre te abre la puerta del despacho y se para a hablar contigo si te lo encuentras en el pasillo. Yo he tenido que decirle muchas veces, ahora al salir, te esperaremos con la cámara. Lo hago porque me sabe mal, porque quiero que sepa que le respetamos pero que la tele necesita que le grabemos. Siempre nos ha respondido, sabéis que os entiendo, pero no soporto las cámaras. Y aún así, ante los micrófonos siempre ha tenido una palabra. Esa palabra para nosotros es un titular en un momento que el caso vende tanto. Mis compañeros de Sevilla siempre me dicen, ya quisiéramos nosotros que la jueza de los ERE, la jueza Alaya, nos brindara aunque fuera un buenos días. Soy muy fan del juez Castro, sin duda.
¿Es verdad que la rampa es tan famosa?
Y tanto!! Los turistas se acercan para hacerse fotos en ella. La buscan, preguntan dónde está porque no se quieren ir de Palma sin verla. Todos dicen que la ven más pequeña que en la tele. Es como un monumento!! Tanto como la catedral! Alucinante.
¿Hay ya menos ambiente que antes en los juzgados?
Obviamente sí. Pero es que desde noviembre hasta hace poco, el juzgado de Vía Alemania parecía la Audiencia Nacional. Estamos un poco con síndrome de Estocolmo, fueron meses agotadores, pero lo echamos de menos. Yo por lo menos.
CM7