No crece mas la hierba
por Juan Rojo
En las campañas electorales de Asturias y Andalucía las derechonas mas rancias, el PP y Foro Asturias, se dedicaron a poner una cortina de humo ante los votantes, hablando de los “eres”, los unos, y peleándose los asturianos ocultaron las verdaderas intenciones y dejó al descubierto la falta de ideas que tienen para conseguir crear puestos de trabajo que saquen a las dos comunidades de la inseguridad personal en la que ahora se encuentran, a pesar de tantas incoherencias los peperos se llevaron el gato al agua en Andalucía pero no gobernarán, y en Asturias al contrario, los socialistas ganaron, pero tampoco gobernarán, de todo esto los comunistas de IU son los que mejor parados han salido suben en las dos comunidades, todo un rayo de esperanza para las clases humildes y una recompensa moral para los que durante muchos años militamos en el PCE primero y posteriormente en IU, ahora ni PP ni PSOE podrán decir gran cosa el uno del otro, sería como escupir para arriba y les caería en tota la cocorota, con lo cual nos ahorraremos las consabidas estúpidas peloteras de camuflaje.
El PP es como un ciempiés que cuando camina nos pisotea una y otra vez, hasta cien veces, en que pie le pondríamos la zancadilla para poder vencerle es cuestión de estudiarlo si no queremos que como Othar, el caballo de Atila, donde quiera que pise no vuelva a crecer la hierba, además multiplicado por cien.
No puedo por menos que cabrearme cuado alguien, con “pelas” dice a otro sin ellas que el jersey, la camisa o los vaqueros los compró en “Los Chinos”, no todos podemos permitirnos el lujo de vestir de Armani, y es triste que los que si pueden nos desprecien la ropa que llevamos puesta, quizá algún día esas mismas personas se vean abocadas a vestirse en las tiendas que ahora desprecian, la vida da muchas vueltas y no siempre las podemos controlar, además las tiendas orientales tienen tanta, o mas calidad y garantía de honradez que muchas de las occidentales, parece que el deporte nacional sea el de descalificar lo que desconocemos
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