No merecen gobernar ningún país, así que si el pueblo español vuelve a darles el poder de mandar como hasta ahora, el PP, además de devolvernos a los años cincuenta del siglo XX, demostrará que ellos son los herederos políticos del dictador y nosotros sabremos que somos más gilipollas de lo que lo fuimos hace dos años.
Cuando en campaña electoral, los que hoy nos gobiernan, PP, prometían no subir impuestos, no recortar en sanidad ni en educación, eran “intocables”, y por fin la mentira de las pensiones, entre otras muchas más, hubo muchos españoles que se tragaron el anzuelo y les dieron, con sus votos en las urnas, la oportunidad de demostrar de lo que son capaces: el IPC sube en los artículos de primera necesidad, las pensiones van a perder un diez por ciento poder adquisitivo en diez años, si le sumamos a la situación que los salarios, con la desacertada e inoportuna reforma laboral, tampoco suben el equivalente al IPC, nos encontramos, la clase más humilde, con un porvenir más negro que la sombra de Kunta Kinte. Son unos mentirosos compulsivos, estafadores políticos y gente que disfruta haciendo daño a sus semejantes, que vuelven a mentir en el Parlamento haciendo gala de su cobardía habitual. No merecen gobernar ningún país, así que si el pueblo español vuelve a darles el poder de mandar como hasta ahora, el PP, además de devolvernos a los años cincuenta del siglo XX, demostrará que ellos son los herederos políticos del dictador y nosotros sabremos que somos más gilipollas de lo que lo fuimos hace dos años.
Si cambiamos la “M”, en Merkel, por una “F”, nos queda Ferkel, Cochino-a en alemán, con lo cual la definición es más coherente con el personajillo, lo seguro es que seguirá jodiéndonos al resto de los trabajadores europeos, con el visto bueno de los gobiernos respectivos que se venden al capital de los poderosos en perjuicio de los menos favorecidos, demostrando una total sumisión al nuevo Führer del IV Reich.
En la presentación de las olimpiadas, era la tercera a las que Madrid aspiraba, pero el inglés chapucero de Ana Botella y el resto no les fue a la zaga, dejaron la “marca España” hecha unos zorros, ridículo, patético y de juegos, pues eso, parchís, damas y mus. Así nos va.
Rojo