“La unión que se genera entre vecinos, amigos, familiares es “lo que nos llevamos” de esta situación”
La calamillorera Cecília Pérez Soutiño és un dels darrers fitxatges del CM7. Na Cecília, psicòloga i terapeuta, a més de bondadosa, és una gran professional i mare de dos fills. La seva feina s’ha vist multiplicada durant aquests dies d’ençà que s’establí l’estat d’alarma. Amb ella hem volgut tractar aquesta situació tan extrema i inèdita que ens ha tocat viure. Al cap i a la fi, és tractar de sobreviure i no caure infectats per la Covid-19, però mentrestant… Com sobrevivim al confinament? Ella ens ho explica. Gràcies Cecília.
Manel I. Serrano Servera
Estos días de «pandemia» «estado de alarma» «confinamiento» y coronarivus nos ha llevado a toda la sociedad, a experimentar una situación extrema y totalmente inédita. ¿Cómo se puede afrontar a nivel personal y digerir a nivel familiar?
Tomar consciencia de nosotros mismos: Cada uno habrá ido observándose y viendo que le va mejor; leer, ver una serie, cocinar por la mañana o por la tarde, jugar, ¿una ducha matutina o mejor por la tarde?, etc.
Lo que a unos va bien, a otros no.
Rutinas, ¿si o no?: La recomendación generalizada es la de establecer rutinas. Hay a quien no le va bien establecer un horario concreto. Por lo que se puede ver de otra manera. Establecer una serie de “metas” diarias. Pensar cinco o diez cosas que se quieran hacer dejando libre el horario para hacerlo, cinco cosas que quiero que los niños hagan, cinco cosas que quiero hacer con mi pareja, cinco cosas que quiero para mi mismo…
Si estas metas no se consiguen, no hay que sentirse mal por no hacerlas, y mirar si se quieren hacer al día siguiente o dejar de ponerlas como metas. El remordimiento de no estar haciendo lo que se había pensado hacer puede consumir mucha energía y negativizar los pensamientos. Y algún dia libre, por ejemplo, el fin de semana hacerlo libre de metas. O metas diferentes… Jugar, videocena con amigos, etc.
Los horarios restringidos para utilizar movil también es algo aconsejable; sobretodo para temas laborales, o whatsapp, si hay algo importante llamarán. Parece que al estar en casa podemos estar las 24 horas del día disponible. Pero no es así, hay momentos para cada cosa.
Mens sana in corpore sano: Hacer ejercicio es una recomendación más que necesaria, no por mantener el tipo o por adelgazar, o si. Pero lo importante es mantener en buen estado de circulación sanguínea. Además de hacernos sentir bien, por la generación de endorfinas.
Estar cerca aún estando lejos: Gracias a los móviles y a la tecnología podemos estar en contacto con nuestros familiares y amigos. Compartir buenos momentos, risas además de tranquilizarnos viendo que están bien.
Sobreinformación: especial cuidado de no ver las noticias todas las horas del día. Elegir un horario para mantenerse informado, y si puede ser, quien tenga niños, no las escuchen. Es preferible que la información venga de sus padres, de manera adaptada a ellos, según la edad.
Otra fuente de información son las redes sociales, se está viendo en whatsapp multitud de informaciones no contrastadas, que además de ser innecesarias y generar desinformación, pueden generar miedo y desconfianza. La clave para filtrar esta puede ser preguntarse ¿Me puede ser útil esta información?
Sensación de descontrol: Es cierto que hay muchos aspectos que se escapan de nuestras manos. Lo aconsejable es centrarse en aquello que si podemos controlar (cuanto limpio, cuanto me expongo, como llevo el día a día, etc) . Poner nuestra mejor actitud en esta situación para no desesperar.
-Cansancio, apatía, irritabilidad, miedo pero también Solidaridad, empatía y reencuentro con valores que creíamos olvidados. Estamos ante un chorro de sensaciones difícil de evaluar para uno mismo. ¿Cuál es el punto de equilibrio de este galimatías en el que nos vemos envueltos?
La unión que se genera entre vecinos, amigos, familiares es “lo que nos llevamos” de esta situación.
No todos los días estamos del mismo humor. Es importante dejarse estar un día, o rato peor que otros. Pero no dejar que nos hunda, y buscar la manera de mantener una actitud “positiva” dentro de las posibilidades de cada uno. A nivel de relación, hablar de cómo nos sentimos con la gente que estamos conviviendo. Si estoy enfadado explicarlo, y procurar darle una salida a esa emoción (golpear una pelota en la parte exterior de la casa si se puede, o gritar una canción bailando con toda la energía que se pueda, los aplausos, etc. Si no, esta se puede dirigir hacia alguien en modo de enfado.
Las emociones por las que se puede estar pasando son; rabia, tristeza, miedo, entre otras.
-Consejos para no desesperar en un confinamiento
Lo más difícil de afrontar en estos momentos, no es estar encerrado en si, si no el miedo por lo que pueda pasar a nivel de salud (propia y de nuestros seres queridos) y por el futuro ¿Cuánto tiempo va a durar? ¿Cuáles van a ser las consecuencias? ¿Cómo afronto la situación de poder pagar…?
Es lógico tener preocupación, pero hay que regular la preocupación, no se la debe inflar. Es decir, controlar aquello que si se puede controlar y no dedicarle mucho tiempo a aquellos pensamientos catastróficos que escapan a nuestra posibilidad de acción.
Quizá está muy dicho pero “no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos”, en este caso en el sentido de;
Cuando acabe este confinamiento habrá que volver a salir, a trabajar, a hacer nuestras obligaciones y puede que echemos de menos el poder estar en casa con los nuestros, o disfrutar de darnos un baño tranquilos, o, etc.
Esto es un “tiempo fuera”, una pausa en la que poco podemos hacer más que esperar. Cuando acabe esto tendremos que enfrentarnos a una nueva realidad, que todavía desconocemos. Lo que si sabemos es el ahora, y algunas cosas buenas se pueden encontrar en este ahora. Si cambia ya veremos como afrontamos los cambios, pero hay cosas que no se pueden predecir…
-Hay diferentes «actores» dentro de un mismo hogar para estos días de reclusión. Unos tienes que ir a trabajar, otros pueden trabajar desde casa y otros mucho están en casa sin poder ir a trabajar. ¿cómo se puede afrontar psicológicamente esta situación en un hogar, una familia desde los diferentes roles ?
Nos levantamos un día y tenemos el ánimo por los suelos, un bajón monumental. Esos días los vivimos todos desde que empezó todo… ¿Hay mecanismos para afrontar estas sensaciones y revertirlas?
Este estado es algo genérico y por lo tanto, difícil de actuar sobre él. Busquemos cuales son las cosas concretas que generan este estado:¿Cual es la raíz de la emoción?
¿Es miedo? ¿Miedo de qué? Salud, alguien cercano, mi empresa, mi trabajo, … Si se ve en temas más concretos se puede actuar de otra manera.
¿O más bien es tristeza? ¿Qué me pone triste? ¿Es Enfado? ¿Hacia quién lo dirijo? Cada uno tiene sus propios “métodos”; hablar con alguien puede ser “curativo”, jugar a algo con la familia o mediante redes sociales, hacer algo que llevábamos tiempo queriendo a hacer pero que por razones de tiempo no habíamos hecho, etc. El objetivo también dependerá de la raíz del malestar.
-Consejos para el día a día para los más pequeños de la casa y personas más mayores.
Hay multitud de actividades para hacer con los niños. Desde las escuelas están enviando deberes para que los niños estén ejercitando la mente, y al mismo tiempo entretenidos.
Una rutina abierta (no rígida) , aconsejable, es la de ordenar el día en fracciones: La mañana para ejercitar la mente, comer, descanso-tiempo libre-, tarde para juegos, una ducha o baño con juego, videollamadas con amigos, leer, pintar, manualidades, etc. cena y dormir.
Plantearse los deberes de manera que no sean una carga para el niño ni para la familia, que no ocupen todo el día, ni el fin de semana.
Algunos niños puede que no se den cuenta de la situación global, pero si son conscientes de ese cierto malestar que se respira. Por no mencionar el hecho de que no pueden salir de casa, algo primordial para ellos. Si a los adultos nos puede costar continuar trabajando, como si no pasara nada, a ellos también puede que les cueste. Cuestionémonos ¿cómo está mi hijo? ¿Qué creo que necesita?, o preguntémosle, pero puede que esa cuestión sea difícil para ellos. Los mayores: existen multitud de actividades para ejercitar memoria, estimulación cognitiva (pasatiempos, juegos de mesa, cocina, manualidades que puedan realizar). Va a depender de la edad y de la capacidad motriz que tengan. Un tema que me parece interesante es el de entrenar los sentidos (Con los ojos vendados dar a oler, tocar, oir, saborear e intentar adivinar de que se trata). Esto también aplicable a niños. En ocasiones se da que los padres, o cuidadores, se centran tanto en el otro que no se cuidan a uno mismo…
El principal consejo que daría es el de cuidarse a uno mismo para poder cuidar. Es necesario encontrarse bien para poder estar bien para el otro. Esa es la mejor manera de no perder los nervios.

Deixa un comentari