Ayer por la tarde, la Policía Local de Son Servera recibió un aviso de la Central de Emergencias 112 donde se informaba que en un establecimiento de Cala Bona un bebé había dejado de respirar. Dos patrullas de Policía acudieron al lugar en carácter de urgencia que se hicieron cargo de la intervención. Los agentes contaron con la ayuda de un agente libre de servicio de la Policía Local de Artà que ya había empezado a atender al infante de un año y medio y de nacionalidad belga, que en un primer momento parecía que no respiraba. Tras descartar un posible atragantamiento, los agentes decidieron auxiliar al menor suministrándole aire y comprobando que el niño no se atragantara con su propia lengua, por lo que lo situaron en posición de seguridad, tranquilizando en todo momento a los padres que se encontraban en el lugar.
Momentos después acudieron al local un médico y una enfermera del Centro de Salud de Son Servera y dos ambulancias del 061 que se hicieron cargo del menor, que tras estabilizarlo fue trasladado al Hospital de Manacor, donde se encuentra ingresado actualmente a la espera de un pronóstico, aunque todo apunta a que haya podido sufrir una crisis de epilepsia infantil.
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