Queridos hermanos y hermanas:
En estos días, en los que celebraremos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, y en los que os recuerdo de todo corazón y de una manera muy fraterna y espiritual a todos; mi saludo se dirige directamente a vosotros, feligreses de las parroquias de S’Illot, Cala Morlanda, Sa Coma, Cala Millor y Cala Bona que estáis conectados mediante los diversos medios de comunicación.
En esta situación de pandemia, en la que nos toca vivir más o menos aislados, estamos invitados a redescubrir y profundizar el valor de la comunión que une a todos los miembros de la Iglesia. Unidos a Cristo nunca estamos solos, sino que formamos un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza. Es una unión que se alimenta de la oración, y también de la comunión espiritual en la Eucaristía, una práctica muy recomendada cuando no es posible recibir el Sacramento. Digo esto para todos, especialmente para las personas que viven solas, enfermas, necesitadas de amor.
A la pandemia del virus queremos responder con la universalidad de la oración, de la compasión, de la ternura. Permanezcamos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía a las personas más solas y más probadas. Nuestra cercanía a los médicos, a los profesionales de la salud, enfermeros y enfermeras, voluntarios… Nuestra cercanía a las autoridades que deben tomar medidas duras, pero para nuestro bien. Nuestra cercanía a los policías, guardias civiles, a los soldados que buscan mantener el orden en las calles, para que se cumpla lo que el gobierno nos pide que hagamos por el bien de todos nosotros.
Un abrazo a todos los enfermos y a los que los curan. Así como los numerosos trabajadores y voluntarios de Caritas y tantos más que ayudan a las personas que no pueden salir de su casa, y a los que van al encuentro de las necesidades de los más pobres y los sin techo.
Muchas gracias por todo el esfuerzo que cada uno de vosotros está haciendo para ayudar en este momento tan difícil.
Que el Señor os bendiga, que Nuestra Señora os guarde; y por favor no os recordar y rezar por todos los difuntos.
Y no os olvidéis: hoy, tomad el Evangelio y leed tranquilamente, lentamente, el capítulo de San Juan (20, 1-9). Yo también lo voy a hacer. Nos hará bien a todos. Gracias.
Feliz día de Resurrección a todos.
Bona Pasqua.
Fra Pedro J. Vallespir Escandell (T.O.R)
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